En la actualidad el teletrabajo supone una realidad para cerca del 12% de los profesionales españoles. Aunque pueda parecer un porcentaje pequeño, lo cierto es que estamos hablando de más de 2.500.000 trabajadores.

A pesar de la libertad y flexibilidad que esta modalidad de trabajo aporta, tenemos que tener en cuenta que el teletrabajo también lleva implícitos algunos inconvenientes. Los más comunes suelen ser el descenso de la productividad y la falta de desconexión pero, que no cunda el pánico, en esta entrada de blog os dejamos nuestros mejores consejos para salvar esas dificultades y ¡disfrutar al máximo teletrabajando!


Define tu horario y planifica siempre tu día

El teletrabajo suele ser sinónimo de flexibilidad horaria. No obstante, a veces puede llevarnos a trabajar a deshoras o confundir los momentos de ocio y trabajo.

Fijar un horario concreto y tratar de cumplirlo al máximo posible puede serte de gran ayuda en estos casos. Además, una fijación de objetivos diaria será el complemento perfecto con el que lograr mantenerte enfocado, ser más organizado y ganar un plus de motivación.

Mantente conectado y socializa

La soledad es otro factor que tiene una gran influencia en la vida del teletrabajador, sobre todo en el caso de que trabajes desde casa. A este respecto, los espacios de coworking y oficinas compartidas son una gran alternativa al disponer de estancias especialmente diseñadas para la interacción.

Por otro lado también es importante cuidar la relación con tus propios compañeros. Suele ser común que, en los equipos en remoto, la comunicación entre los miembros de la organización se vea mermada.

En este sentido, es importante mantenerse conectado y accesible dentro de los canales internos de la empresa. Recuerda que, además de informar sobre los avances de manera periódica, también es esencial conocer en qué situación se encuentra el resto del equipo.

Establece tu propio método de gestión del tiempo

Casi igual de importante que la organización y la planificación del trabajo es la programación de descansos. De esta manera, evitamos sentirnos sobrecargados y maximizamos nuestra productividad.

Las herramientas de gestión del tiempo como la técnica pomodoro pueden sernos de gran utilidad. Por otro lado, conocernos y tener identificados nuestros ciclos de concentración y dispersión nos ayudará a la hora de agendar nuestras tareas de la manera más óptima posible.

Cuida el entorno y asegúrate de tener una conexión estable

Ser capaces de desempeñar nuestro trabajo usando únicamente un ordenador nos hace pensar que podemos trabajar desde casi cualquier sitio y lugar. Aunque sin duda esto sea una ventaja enorme, en ciertos momentos, puede suponer un perjuicio para nuestra salud.

Es importante que nuestro espacio de trabajo garantice unos estándares mínimos de confort. Prestar atención al mobiliario, la silla de trabajo o la postura al trabajar son detalles que no se deberían pasar por alto.

Por otro lado, te aconsejamos optar por entornos que propicien la concentración y aseguren una conexión a internet estable. Además de ahorrarte grandes disgustos, te ayudarán a alcanzar ¡tu máxima concentración!

Delimita tus zonas de trabajo

¿Quién no ha soñado con eso de trabajar desde la cama en un día de lluvia? Aunque seguro alguna vez te lo has planteado… por favor, ¡no lo hagas!

O, al menos, no de manera periódica. Tal y como mencionamos al principio, la falta de desconexión del trabajo suele ser una de las mayores dificultades a las que tienen que enfrentarse los trabajadores en remoto.

Disponer de espacios completamente diferenciados para cada momento del día y utilizar distintas áreas es de vital importancia. Así, de manera prácticamente inconsciente, dependiendo del lugar en el que te encuentres sabrás si es momento de trabajo y concentración u ocio y diversión.

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