No obstante, sigue siendo frecuente encontrar a muchos profesionales que, al no haber probado nunca esta modalidad, se preguntan si verdaderamente un espacio de este tipo encaja o puede ser para ellos.
Por ello, en esta entrada de blog os detallamos algunos de los casos más habituales en los que un coworking podría ser una opción ¡perfecta para ti! 😀
Si necesitas flexibilidad
Según las circunstancias de cada persona en algunas ocasiones se busca un espacio de trabajo al que acceder para ciertos días, una oficina que usar de manera intensiva, una sala en la que poder reunirte puntualmente o incluso, simplemente, una dirección fiscal que poder usar.
Puede además que solo lo necesites por una semana, un mes o que las necesidades vayan cambiando a lo largo del tiempo.
En cualquier caso, el coworking es la solución perfecta. La variedad de tarifas y opciones así como la facilidad para cancelar o cambiar de suscripción hacen que puedas encontrar una solución adaptada a tu necesidad real y sin ningún tipo de atadura, ¿puede haber algo mejor?
Si estás cansado de la soledad
Estar en casa puede ser genial pero, en determinadas ocasiones, compartir un café o despejarse unos minutos con un compañero es casi imprescindible (más aún si pasas el día en soledad y sin mascota).
Entre los beneficios del coworking se encuentra, precisamente, la facilidad para interactuar y conocer a profesionales de diferentes áreas al trabajar juntos desde un mismo espacio común.
Si buscas un lugar óptimo para trabajar
Una de las principales características de los espacios de trabajo
compartidos es que están perfectamente adaptados para lograr que trabajes en las mejores condiciones posibles.
En este tipo de oficinas se suele cuidar mucho de detalles como la iluminación (favoreciendo siempre la entrada de luz natural), el uso de un mobiliario adecuado o la utilización de plantas logrando una estética que haga del espacio de trabajo un lugar cómodo e inspirador.
Si buscas mejorar tu productividad
Nada mejor para favorecer la productividad que tener un espacio desde el que trabajar aislado de distracciones y rodeado de otros coworkers trabajando con máxima dedicación.
Además, en muchas ocasiones, el simple hecho de cambiar de aires o poder delimitar con exactitud tu espacio de trabajo hace que, casi de manera inevitable, te sea más fácil cambiar de contexto lo que favorece la concentración y mejora los niveles de productividad.
Si te sientes bloqueado y buscas potenciar tu creatividad
Otro de los aspectos que caracterizan a los espacios de trabajo compartidos es la cantidad de profesionales que puedes conocer.
Algunos de ellos dedicados a sectores completamente diferentes que te podrán aportar nuevas ideas, otros especializados en tu misma área y algunos provenientes de distintos países o regiones que seguramente te aportarán una nueva visión.
En definitiva, una mezcla totalmente heterogénea ¡pero de lo más enriquecedora! 🤓
Esperamos que con este post hayamos podido ayudarte a tener más claro si el coworking puede ser una buena opción para ti.
No obstante, tanto si aún te quedan dudas como si te apetece experimentarlo de primera mano solamente tienes que contactarnos. En laZona ofrecemos la posibilidad de ¡probar un día de coworking gratis!